Hermano Sol Hermana Luna

Esta película es una de esas joyas del cine que pasan el desafío del tiempo y que quien la viera cuando fue estrenada en 1972 o ahora  50 años después, disfruta de las mismas sensaciones espirituales que transmite.
La belleza del bien, de alguna manera despierta en nosotros la parte divina que todos poseemos y que reconocemos cuando nos es presentada de una forma tan artística y admirable como en este film.

El director Franco Zeffirelli tiene el enorme mérito de haber captado (como lo hiciera después con Jesús de Nazareth en 1977) la profundidad y sobre todo la alegría que significa una vida dedicada a Dios. 

Los actores eran ambos novatos y es increíble como cada escena fue tan cuidadosamente lograda, que transmite una profunda sintonía espiritual con las vidas de Francisco y Clara.

Judi Browker  había hecho su primera aparición pública en una serie de ese mismo año y Graham Faulkner no había actuado antes y sin embargo parece que ambos hubieran nacido para hacer esos papeles.

La Música

La música compuesta por Donovan juega un papel muy importante en la película y para muchos es el mejor trabajo del autor. Sin embargo ocurrió algo inexplicable, la productora nunca quiso hacer la banda sonora.

Cuando la película se estrenó miles de personas se hicieron fans inmediatos.
En el  momento de estreno y muchos años después, la gente quería tener la música, así es que Donovan solicitó a la Paramount que le permitirá extraer sus canciones de las cintas originales. La productora se negó durante años, por lo que Donovan volvió a grabar las canciones e hizo un disco: “Brother Sun – Sister Moon”  con algunas canciones de más que no aparecen en la película y sin la banda de sonido orquestal. Este disco, para muchos, está muy lejos de la magia que tienen las canciones originales.

Al final de la página están los links de Descarga de las canciones originales  y la película.

Argumento
El film describe con bastante aproximación histórica, la vida de San Francisco de Asís y de Santa Clara.
Francisco es hijo de Pietro Bernardone, un rico comerciante textil de la ciudad italiana de Assisi y de Pica una dama de origen francés. Ellos crían a su hijo con todas las comodidades y lujos de la época.

Cuando Asís entra en guerra con la ciudad de Perugia, su padre lo alienta al saqueo y a obtener todos los beneficios económicos que la guerra puede traer a los vencedores.

Francisco regresa de la guerra muy enfermo y se opera en él una profunda transformación, que lo llevará después a desprenderse de todos los bienes materiales y a decidirse a vivir una vida libre en el campo, lejos de las cosas materiales… Así comienza su vivencia espiritual de “la santa pobreza”,  proponiéndose además  reconstruir con sus manos, la derruida iglesia de San Damián.

El haber dejado todos sus bienes, incluso sus ropas, no es una moda para Francisco, sino una vocación que lo lleva a persistir, pese a todos los inconvenientes y burlas, en esa vida de libertad y desprendimiento. Esto comienza a despertar en los jóvenes de la ciudad, el mismo celo religioso y se convierten en sus camaradas espirituales, como antes lo habían sido en las juergas y desatinos.

Un día se acerca a Francisco, Clara una hermosa joven de origen acomodado (quien será luego Santa Clara de Asis), quien le ruega que no la rechace por ser mujer o débil, pues ella también quiere seguir una vida de alegría religiosa sin ataduras materiales y así se convertirá en su hermana espiritual inseparable.

Después de ver la incomprensión de la que era objeto, no solo por la gente común, sino por la propia iglesia, Francisco decide ir a ver al mismísimo Papa para que apruebe su pequeña orden y sus estrictas reglas de pobreza.

Una película inestimable que quedará por siempre grabada en los corazones de aquellos que son sensibles a los valores espirituales…